Cuando entramos en una joyería, solemos presuponer que todo lo que venden en ella son joyas. Y eso sería absolutamente correcto si no hubiera una confusión generalizada en este ámbito que ha ido in crescendo en los últimos años. Y es que en la actualidad, en una joyería convencional, no todo lo que se vende son joyas reales.
Qué joyas puedo encontrar en una joyería
Lo lógico sería que en una joyería se vendieran joyas, pero la realidad es otra completamente distinta.
Hay muchos factores que han influido sociológicamente hasta desencadenar este hecho: Las crisis, el consumismo, el hecho de que ya no se valoran las cosas bien hechas sino que se apuesta por la moda «usar y tirar», se da prioridad al bajo precio cueste lo que cueste… Parece como si en la cultura actual ya no se da valor al trabajo bien hecho, a los años de experiencia y pericia de las manos artesanales.
En todos los sectores ha aparecido este factor que domina la sociedad actual, pero en la joyería se ha visto agravado por el hecho de que se sigue pensando que los resultados deberían ser los mismos de antaño.
Se suele creer que comprando una cosa barata en una joyería seguirá teniendo la característica de joya a pesar de su bajo precio, pero en realidad lo que ocurre es que solo tendrá la característica de cosa barata…
Ahora ya no todas las «joyas» compradas en una joyería son de excelente calidad… como las joyas antiguas, que pasaban de madres a hijas sin haber sufrido desperfecto alguno. Resulta que el oro y los diamantes siguen teniendo el mismo precio, igual que las horas de trabajo de los oficiales joyeros cualificados. Así que si los fabricantes buscan el precio más bajo, esto se consigue por medio de menguar la calidad y cantidad de los materiales y restar el precio de las horas de trabajo en trabajadores sin formación, generalmente en Asia, o bien fabricar en serie con sistemas de baja calidad. El resultado: Joyerías que venden algo que NO son joyas.
Cómo saber qué son joyas reales
Aquí enlazamos un artículo en el que ya hablamos de lo que es una joya y lo que NO lo es, recomendamos encarecidamente su lectura.
Una joya real está hecha con materiales nobles, duraderos, con valor y de buena calidad. Una buena joya puede estar hecha de oro (amarillo, blanco, rosado…), y con diamantes o piedras preciosas. Una joya real NUNCA estará hecha con plata, ya que es un metal demasiado blando para la joyería, se deforma al cabo de un tiempo de uso, los golpes del día a día quedan marcados para siempre… Tampoco estará hecha con símiles de piedras, como pueden ser las circonitas u otras piedras sintéticas. Las piedras sintéticas están hechas de vidrio y materiales parecidos y a consecuencia, su brillo se perderá rápidamente en pocos días, y tendrán una alta probabilidad de rotura.
Una joya real está hecha de la más elevada manera, con un diseño pensado y creado por joyeros con años de experiencia, para que sea cómodo, duradero, luzca al máximo… Además una joya real está hecha de forma artesanal, creada individualmente, poniendo especial énfasis en perfeccionar cada detalle. Y este trabajo solo pueden hacerlo oficiales joyeros con altísima formación y experiencia. Una joya real NUNCA estará hecha en una fábrica de producción en cadena, llevada a cabo únicamente mediante máquinas y moldes.
¿Cómo saber qué son joyas reales? Contando con una buena joyería de confianza, donde sepan informarte del proceso de creación de cada una de sus joyas, y sepas que están siendo sinceros.
En nuestro taller de joyería apostamos por las joyas reales
En numerosas ocasiones recibimos nuevos clientes que han comprado «joyas» en otras joyerías y no han conseguido el resultado que esperaban. Esto nos entristece profundamente, ya que no es lo que nos gusta que ocurra en nuestra profesión, pero desgraciadamente es un hecho demasiado frecuente.
Parejas que quieren poner a medida anillos hechos con circonitas por ejemplo, y en la joyería donde compraron el anillo les dicen que no. Claro, obviamente les dicen que no porque las circonitas son piedras sintéticas que no pueden entrar al fuego, así que se deberían desmontar todas las circonitas para poner el anillo a medida, y luego volverlas a montar. Este proceso le costaría más dinero a la joyería que el que gana por haber vendido ese anillo.
U otros casos muy sonados; reparar una cadenita de plata rota. Lo más probable que ocurra es que se suelde la anilla de la cadena que está rota, pero al cabo de un tiempo se rompa otra anilla. La plata no da buen resultado, hemos sido testigos de ello desde hace muchos años.
Por eso desde el inicio de nuestro taller de joyería, decidimos trabajar únicamente con joyas reales. Todas nuestras joyas están hechas con materiales nobles, con piedras preciosas, trabajadas a mano. Somos sinceros con nuestros clientes, y en lo que se refiere a reparaciones de joyas, también preferimos llevar la verdad por delante. Si una joya está bien hecha, valdrá la pena repararla, pero si está hecha con materiales de baja calidad, la reparación será imposible en la mayoría de los casos o simplemente no recomendada. Aun y así, siempre ofrecemos soluciones alternativas para que nuestros clientes puedan seguir contando con esa pieza que les gusta tanto.
Si estás buscando un taller de joyería de confianza donde encargar tus joyas reales y sepas que tendrán la mejor calidad, no dudes en llamarnos para pedir cita previa.